Un Dios que ama al Pecador – Zaqueo

Prédicas para Jóvenes: Un Dios que ama al Pecador – Zaqueo
Por Esteban Reina

Predicas para jovenes un Dios que ama al pecadorIntroducción:
LEER LUCAS 19 – Acá tenemos la famosa historia de Zaqueo, el “enano” que recibió a Jesús en su casa. Es en esta historia  que Dios hablo a mi corazón en momento en que el Diablo quería condenarme y desanimarme con la culpa de mi pecado, por la consiente decisión de desobedecer la Palabra de Dios, ¿Verdad que todos hemos estado ahí?

Algo que es necesario entender acerca de Zaqueo es que no solo él era otro pecador necesitando la salvación de Jesús, sino que también era un “desechado social”, su propia gente no lo quería. El publicano era visto casi como un traidor por servir a los romanos, pero el punto peor de todo es que el publicano, o colector de impuestos, era conocido por cobrar de más y lucrarse de ellos. Por lo tanto la gente no lo quería mucho que digamos, a pesar de el ser una persona de gran dinero e influencia. Así y todo Jesús se invita a la casa de Zaqueo para comer con él.

El punto de todo el mensaje de hoy es este: Dios busca encontrarse con el pecador. ¿Sabías que Dios quiere estar con vos aun cuando estás en pecado? ¿Sabías que Dios no deja de amarte jamás? ¿Te olvidaste de que Jesús vino a buscar a los que necesitan de el? Por que obviamente el sano no necesita un doctor, sino aquel que esta enfermo, enfermo de pecado. Sin embargo nosotros pecamos, y entramos en un “auto-rechazo-divino”. Creemos que Dios ya se enojo.

Jesús nos mira con tanto amor, y tantas veces escuchamos y cantamos de su amor, sin embargo parece que lo más fácil para el diablo es hacernos creer que Dios ya está harto de nosotros. Déjame decirte un ejemplo del amor de Dios. “El amor de Dios es así como el amor de una mama. Piense en aquella mama que trae a su bebito de 3 meses, todo el mundo contento, lo pasan de mano en mano, todos sonriendo, todos lo quieren cargar; pero de repente hay un olor extraño; y si… se hizo encima! Ahora todo cambia, la multitud se empieza a desvanecer buscando a la madre para que agarre su bebé, y aquel que lo tuvo último lo tiene con los brazos extendidos hacia afuera, con los ojos bien cerrados, tratando de no respirar. A estas alturas el bebe también vomito y está llorando a gritos. Ya no quedó nadie en la habitación solo el “suertudo” que lo tuvo último. Y ahí viene la mama, corriendo, con una mirada de preocupación, totalmente opuesta a la cara del que tiene al bebé. Ella lo toma, así como esta, sucio, oloriento, mojado, lo abraza bien fuerte, le da un beso largo y suave, y le dice cuanto lo ama. Así es el amor de Dios. Cuando nadie quiere estar con vos, cuando nadie cree en vos, aun cuando ni tú te aguantas, estas dolorido, herido en el corazón, apestas a pecado por todos lados, cuando estás bien solo… ahí está el Señor Jesús, con lagrimas de amor en sus ojos, y los brazos abiertos, un sonrisa, y un amor que te dice ¿acaso te olvidaste de quién soy yo, de cuanto te amo, de que siempre he estado con vos, de todo lo que ya hice para ti?

Yo creo que a muchos en este lugar Satanás constantemente los ataca con culpa, con una condenación que no te deja dormir de noche, y muchas veces viene hasta de las personas más cercanas a nosotros. Y no hemos engañado pensando en que ya no hay otra oportunidad para nosotros, no hay chance para cambiar.

Ahora bien es importante aclarar que si hiciste lo que no debías hacer, pues eres culpable. Hay que pagar las consecuencias de lo que hicimos.  Y acá entramos a un punto muy importante, y es necesario que prendamos algo más de esta historia. El amor que Jesús tiene por nosotros puede sanar nuestra vida, sacarnos de esa condición de culpa y pecado.

  1. Hay que aceptar la invitación.
    1. Si vas a aceptar la invitación de Jesús de venir a tomar las riendas de tu vida, tiene que ser en serio. No se trata de juegos. Jesús pide ENTRAR EN LA CASA. Sin embrago nosotros buscamos la forma de entretener a Jesús a la puerta, entonces así parece que aceptamos la invitación, pero no dejamos que vea el desorden de nuestra casa, porque en realidad no le queremos dar nada, solo esperamos recibir.
    2. Bueno, lo siento, pero tengo que advertirte que no podes estar jugando con Jesús, por que el no va a tumbar la puerta y entrar, sino que se va a ir, y luego tu vas a tener que salir a buscarlo, dejando tu casa totalmente expuesta, y el dolor postrero va a ser peor que el primero que trabas de evitar.
    3. Zaqueo se bajo del árbol lleno de gozo y apresurado, por que el sabia que algo por fin iba a cambiar, ya estaba harto de la vida que tenia, NECESITABA A JESUS. Por eso acepto la invitación. A muchos todavía les gusta su vida, les encanta el pecado, y no es hasta que una tragedia sucede que se rinden a Dios, y estos son los más suertudos, pro que están los que viven jugando con Dios y el pecado, y no tragedia les sucede para sacarlos del engaño en el que viven, así que mueren, y pensando encontrarse en el cielo hoy están en el infierno.
    4. d. Consideración a cerca de “la gente”. Yo no sé porque nos importa tanto lo que opinan los demás, yo quiero ser libre de esa maldita atadura del “que dirán” “me van a burlar” “no me van a aceptar”. Pastora Kim me dijo algo muy cierto, aquellos que viven restringidos por el “que dirán”, por la vergüenza, nunca van a llegar algo”.

i.      Yo me imagino a Jesús caminando hacia la casa, y unos 20mts. Antes ya el murmullo de la gente es súper fuerte: “!hay dios! Mira con quien va a comer” “mmm… si supiera donde esta” “Pero Jesús, este es un publicano” “no sabes lo que el hace”. Y Jesús, con una mirada de “me vale”, les dice: SILENCIO!, el aceptó mi invitación, apártense que quiero entrar.

ii.      Jesús no es un resentido más que quiere vernos sufrir por todos lo que hemos hecho. El no te guarda rencor por qué pecaste contra él, porque le fallaste. El no es como nosotros.

  1. La decisión.
    1. Este punto es muy importante. Como mencioné anteriormente, si hiciste lo que no debías eres culpable y punto. Y el evangelio no es la forma de evitar pagar por mis acciones. No, más bien es la forma en que la voy a dejar de regar tanto, y ya no tendré que andar pagando por tantas cosas.
    2. Volvamos al punto. Al reconocer tu error tienes dos opciones: a) el perdón, b) la condenación.
    3. El segundo, la condenación, es cuando luego de reconocer que hiciste mal te quedas ahí sentado, a esperar que todo pase lo más rápido posible, lo escondes si puedes, si te descubren tienes las 1,001 excusas, y aparentas a todos los demás que según tu, nos has hecho nada malo. Aquí comienza la condenación, tu conciencia te acusa día y noche, pero tu orgullo no te permite hacer nada por que reconocerlo públicamente seria súper humillante; entonces el Diablo tiene las puertas abiertas para torturarte como quiere; luego comienzas a odiarte a ti mismo por haber hecho eso, así que andas siempre enojado, nada satisface, ninguna broma es chistosa, y todo es malo; y peor aun crees que todos hablan de ti a tus espaldas, vives con miedo de que te descubran. Eso es vivir en condenación.
    4. Pero Zaqueo eligió el primero, el perdón, la restitución, la reconciliación. En otras palabras él eligió el arrepentimiento. El abrió su corazón a Jesús, se descubrió a Él, y restituyo lo que había roto, o mejor dicho lo que había robado. Le dio todo a Dios, no solo un parte, lo entrego todo. Eso es arrepentimiento.
    5. Es solo luego de eso que Jesús declara que la salvación había llegado a su casa, y lo que dijo la gente luego de eso es tan insignificante que ni sale en la biblia!
    6. Lo importante es que hoy, tú y yo podemos tener esa aceptación, perdón y amor que viene de Cristo, el precio es algo valioso: toda tu vida. A menos que estes dispuesto a entregarle  todo a Jesús, todo lo bueno que tienes, todo lo malo que tienes, vas a seguir viviendo en el mismo estado que estas ahorita. Solo tú sabes qué estado es ese.
    7. El amor de Dios es tan grande, que él espera, el tiene todo el tiempo del mundo; pero nosotros no. Porque mientras más tardamos mas sufrimos, y más sufren nuestras familias, y todo aquel que nos conoce; pro que solo luego de rendir tu vida, entonces vas a ser esa luz brillante que brilla paz y confianza en un Dios vivo.

Conclusión:

Para terminar solo quiero decirte que Dios si es amor. Y solo él es lo que tú necesitas. ¿Acaso piensas que hay algo en este mundo que puede borrar la culpa, traer paz, dar gozo y tranquilidad? ¿Acaso hay alguna pastilla que te permite dormir, descansar y tener sueños agradables? ¿Existe una bebida que te hace olvidar para siempre lo malo que te pasa? ¿Dónde está la lámpara mágica que te cumple todos tus deseos? NO EXISTE… sino ya lo sabríamos, se vendería en la tele, en la tienda, en todos lados.

Sino pregúntale a aquel millonario que lo tiene todo… ah no… no vas a poder, está muy ocupado intentando quitarse la vida!!!!

Solo Dios, Solo Cristo. El humano fue diseñado para funcionar con una pila marca “Espíritu Santo”, no con  gasolina adulterada que se vende en este mundo.

Hoy Jesús quiere cenar en tu casa, en tu corazón, y quedarse ahí a charlar con vos ¿Le dirás que vuelva en otro momento, lo atenderás solo con la puerta entre-abierta, o lo dejaras entrar?