El Tiempo de Dios (Conclusión)

El Tiempo de Dios (conclusión)

J. Reina

El tiempo de Dios es algo muy cambiante.  Es perfecto (parte 1), Requiere y desarrolla fe (parte 2), y como veremos en esta conclusión… El tiempo en que Dios decide responder y mover es para Su gloria.

 

Esta última característica es muy importante cuando estamos enfrentando la espera y la desesperación.  Puede ser que duele pensarlo, pero es muy importante que nos demos cuenta que nuestra vida no se trata de nosotros. Estamos aquí en este mundo viviendo, con un propósito: Conocer y dar a conocer la grandeza de Dios. Dios nos hizo para sus propósitos para su gloria.

Lo más pronto que nos demos cuenta de esto lo mejor. Con el enfoque correcto en la vida, Dios nos puede formar y usar mucho mejor.

1 Pedro 2:9“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” (RV)

 

¡Somos llamados a glorificar a Dios!

Nuestro propósito va más allá de nosotros y nuestros deseos.

          – Nosotros somos llamados a anunciar las virtudes de Dios (1 Ped. 2:9).

                 – Somos llamados a predicar el evangelio, la gran obra salvadora que Dios hizo por nosotros (Mar. 16:15).

Nuestras vidas no se tratan de nosotros, se trata de glorificar a Dios, se trata de conocerlo y de darlo a conocer. ¿Si Cristo Jesús (Dios mismo) vino, vivió y murió para dar gloria al Padre (Dios), entonces no deberíamos estimar como lo mas alto el  hacer lo mismo? (Juan 17:1)

Aun en nuestras peticiones Dios va a ser honrado.

Cuando Dios contesta y mueve le da gloria a Él, Su tiempo en que contesta le glorifica. Esto podemos ver a través de toda la biblia. Los Israelitas vieron la grandeza de Dios en todas las maravillas que El hizo a su favor como también todas las veces que Dios los salvo mientras estaban en la tierra prometida. Ellos pecaban y sufrían por haber abandonado a su Dios, pero cuando se arrepentían Dios los salvaba, “por amor a Su nombre” (Salmos 106:8 RV). Todas estas cosas constantemente hablan de la grandeza de Dios.

 

 Dios también es glorificado al mover en nuestras vidas:

 

Juan 14:12-14

12De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” (RV)

Juan 15:7,8

7Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. 8En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.[1]” (RV)

 

Cuando nosotros permanecemos en Dios y dejamos que Sus palabras permanecen en nosotros, nuestras peticiones pueden glorificar a Dios. Con más tiempo que gastamos buscando a Dios y en su presencia o estudiando su palabra, El nos va transformando y nuestros deseos van cambiándose por Sus deseos, los deseos correctos.

Dios contesta nuestras oraciones para Su gloria; en la manera y el tiempo en que le glorifica.

 Podemos ver ejemplos de esto a través de la biblia, pero en especial en ministerio de Cristo Jesús. Jesús ministraba a las personas; El los sanaba, resucitaba, liberaba. El resultado de sus milagros es la clave.

 

Mat. 15:31

“De manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel.” (RV)

Mar 2.12

“Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.” (RV)

Luc 2.20

“Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.” (RV)

predicas para jovenes: Entrando a la presencia de Dios

Estos son algunos de los ejemplos que nos demuestran que Dios mueve y es glorificado. Hay aun casos en que Dios (Jesús) decía que alguien pasaba enfermedad o muerte, etc. para que Dios fuera glorificado: Juan 9, Juan 11.

 

Muchas veces siento que todos piensan que Dios no quiere mover, no quiere hacer maravillas, no quiere hacer milagros. Pero en realidad el problema no es que Dios no quiere…El problema, o mejor dichos los problemas, somos nosotros y todas esas mentalidades que llevamos, esa falta de fe que llevamos y esos deseos carnales que se conviertan en nuestras peticiones egoístas.

Jesús nos anima a buscar a Dios y a pedir con Fe. Nos compartió que TODO ES POSIBLE CON DIOS. Nos dice que Dios sabe dar buenas cosas a sus hijos. Dios quiere mover en grandes maneras. (Mat. 7:11; Luc, 11:13; Mar. 9:23, 10:27. etc.) Deberíamos llenarnos de Su Espíritu Santo, así podemos ser guiados por El y orar efectivamente.

Para concluir este ultima parte de “El Tiempo de Dios”, Les repito que el tiempo de Dios glorifica a Dios, es para Su gloria. Es muy importante que Dios sea glorificado en nuestras vidas y en todo, porque cuando Dios es glorificado allí es donde la salvación puede fluir. Cuando las personas llegan a reconocer quien es Dios y lo que Él ha hecho por ellos y otros, el arrepentimiento puede existir junto con la fe. Eso lleva a la salvación. (Juan 3:16)

¡El mundo necesita que Dios sea glorificado!

 

*Si solo nos entregamos al plan de Dios todo esto sería mucha más efectivo y viéramos el mover de Dios un poco más.

*Hay veces en que la respuesta requiere una espera, requiere perseverar.

Hay mucho que aprender en la espera.

 

Dios mueve en su tiempo perfecto para su gloria, pidiendo que creemos (FE).

 Les dejo con este pasaje:

 1 Juan 5:13-15        “13Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. 14Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (RV)

 

¡Gracias Padre por darnos tanta esperanza! ¡Gracias por usarnos para tu gloria! ¡Gracias por amarnos tanto y rescatarnos! ¡Te amamos! Por favor, glorifícate en nuestras vidas. Ayúdanos a perseverar hasta el final y a entregarte nuestras deseos, confiando que tu voluntad es lo mejor.

Te pedimos todo en el nombre de Jesús, Amen.

!Creen y perseveran, Dios responde!

 

Dios te cuida y te guía, que te llame a Él,

J. Reina