Yo Puedo

  Dios, te necesito

Juan 15:1  Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.

2  Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto.

3  Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado.

4  Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.

5  Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.

6  Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. LBLA

 

Imagine una flor. ¿Qué espera que suceda si cortara esa flor de la planta en que crece? ¿Podría un flor sobrevivir mucho tiempo sin sus raíces sin su base, su tronco? Podríamos hacer muchas cosas e intentos por salvar a la flor, pero sin nutrientes de sus raíces eventualmente morirá.

Es interesante pensar que vivimos en un mundo lleno de, “TU PUEDES!!!”

¡Tú puedes!

¡Puedes lograr cualquier cosa que te propones a hacer!

¡Juntos podemos cambiar!

¡Sigue tu corazón!

¡Nadie te puede limitar!

 

Aquí les he puesto un link de un pedazo de una película que expresa bien esa idea:

http://www.youtube.com/watch?v=dl2iGloRGC8&feature=fvsr

 

El mundo nos dice día tras día. Tu puedes, Tu sabes, Tu eres…pero, ¿es esa la verdad? o ¿será que es sola una distracción de la verdad?

 

 http://www.youtube.com/watch?v=6UHOJARzEWw&feature=related

 

 

Tú puedes brillar, tú puedes ser algo especial, tú puedes. Hmm me suena algo conocido, hmm quien mas dijo yo puedo ser algo especial, yo puedo brillar, yo sé mejor…

 

Esa actitud no es correcta en realidad, nos motiva a trabajar a lograr o enorgullecernos, a brillar, a ser algo especial. Hmmmm yo puedo, yo sé, yo soy… Quizás decirte que no es correcto no es suficiente para ti…así que mejor te mostrare un ejemplo de esa actitud en acción y los frutos que produce.

 

Génesis 3:1  Y la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: “No comeréis de ningún árbol del huerto”?

2  Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;

3  pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: “No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis.”

4  Y la serpiente dijo a la mujer: Ciertamente no moriréis.

5  Pues Dios sabe que el día que de él comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal.

6  Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió.

7  Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. LBLA

 

¡Yo Puedo, Yo sé! ¡Yo lo puedo lograr! ¡Yo me hare como Dios! Dios te está limitando.

 

Por su orgullo y autosuficiencia, condeno a sí mismos y a todas las demás generaciones. Muchas veces nosotros nos auto condenamos por nuestra actitud de que yo puedo, yo sé, yo hare, en vez de buscar a Dios y confiar. Muchas  veces condenamos a las demás generaciones luego por nuestra ceguera.

 

Pensamos, voy a hacer algo bueno, voy a agradar a Dios. El problema es el yo. Tú no puedes agradar a Dios. Solo Cristo en ti puede hacerlo.

 

Todo lo que somos y necesitamos esta en Cristo. Si queremos en verdad ser hijos de Dios, ser parte del cuerpo, pasar la eternidad con Dios y agradarlo, necesitamos a Él. No podemos agradar a Dios en nuestras propias obras. Nuestras obras no nos pueden salvar y nuestros planes no pueden lograr lo que necesitamos lograr.

 

1Co 2:4  Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,

1Co 2:5  para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

 

Pablo reconocía que es por el Espíritu de Dios que se logra fe, que se logra la meta, alcanzar a los perdidos. Fe fundada en la sabiduría humana es nada, es inestable.  La Sabiduría Humana siempre se cambia. Solo Fe en Dios nos puede salvar y Pablo reconocía eso, El con todos sus grandes estudios, sabia que solo por el poder de su espíritu se puede lograr esa fe en Dios y su mano poderoso.

 

Hay una nueva táctica del enemigo hoy en día, es el del estudio, del conocimiento, Si tú conoces suficiente vas a tener un valor, si tu puedes ensenar a otros serás grande. Te diré algo, no se trate de qué conoces, se trate de quien conoces.

 Esa es el problema en nuestras vidas. Valoramos el conocimiento, nuestras fuerzas, nuestras habilidades o posibilidades más que Dios. Nos afane más el conocer algo que conocer a Dios.

 

 

Dios nos dio su Espíritu y su gracia, para ayudarnos y promovernos hacia lo correcto, hacia lo que le agradara.

En Romanos Cap. 11 habla de cómo Israel recibió la ley, el pacto, a Jesús y aun en todo eso, muchos se perdieron. No era por ley y obras, y no es por ley ni obras, es por el Espíritu, por fe.

 

Salmos 33:16  El rey no se salva por gran ejército; ni es librado el valiente por la mucha fuerza.

17  Falsa esperanza de victoria es el caballo, ni con su mucha fuerza puede librar.

18  He aquí, los ojos del SEÑOR están sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia,

19  para librar su alma de la muerte, y conservarlos con vida en tiempos de hambre.

20  Nuestra alma espera al SEÑOR; El es nuestra ayuda y nuestro escudo;

21  pues en Él se regocija nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado.

22  Sea sobre nosotros tu misericordia, oh SEÑOR, según hemos esperado en ti.

 

Sabe, hoy en día todos quieren la clave para el éxito. La clave para la victoria. Hoy te lo doy…es confiar en Dios. Todo lo que se lograra sin Dios es pecado y maldición. Si tú quieres servir a Dios, si tú quieres agradarlo, si tú quieres conocerlo, no lo puedes lograr por sí solo.

Lo bueno es que Dios nos ama y nos quiere salvar, el nos da ese acceso a su presencia, El quiere ayudarnos. Hay que humillarnos y buscarle.

 

Efesios 2:4  Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó,

5  aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados),

6  y con El nos resucitó, y con El nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús,

7  a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de su gracia por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

8  Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios;

 

Dios nos salvo’. Es Él quien nos libero’, es Él Quien nos rescato’. hmm entonces, ¿por que buscamos rescate en nosotros mismos? ¿Por qué entonces, cuando hay problemas pensamos: ¿qué puedo hacer Yo? y no: ¿qué Debo hace Dios? hmmm interesante. Quizás estamos dependiendo mucho de nosotros y poco de su espíritu, su guía.

 

Zacarías 4:6  Continuó él, y me dijo: Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: “No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu”–dice el SEÑOR de los ejércitos.

 ¿A dónde mas iremos, Si Él es quien tiene las palabras de vida?

Dios todo lo puede hacer y nosotros nada bueno podemos hacer.

 

Filipenses 4:13  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

 Somos más que vencedores, somos victoriosos somos fortalecidos, pero no por medio de nosotros mismos, es todo en Dios y por medio de Dios.

Nosotros necesitamos de Dios. Creo que muchas veces en Este mundo de “todo lo puedes lograr” este mundo de obstinación, orgullo, de una actitud de yo soy suficiente, yo solo lo puedo hacer, no necesito tu ayuda, en ese tipo de ambiente; muchas veces se nos olvida que todas nuestras obras son trapos de inmundicia. Necesitamos de Dios.

 

Pedimos entonces el don de arrepentimiento y la llenura de su Espíritu. Les invito a que participan en esta oración. Por todo el mundo estamos buscando a Dios. Queremos que El nos cambie, que nos dé el don del arrepentimiento. Queremos que el nos lleva a sus pies. Así podremos alcanzar a todo el mundo, con Su Espíritu. ¡Únete a nuestra oración! Necesitamos a Dios, no a nosotros.